Caía la tarde y Raúl, un joven como de unos 17 decidió
tomar su motocicleta para dar una vuelta por la...
ciudad, después de media
hora de camino vio un bar y ¿Por qué no? Tomarse una copita y ver si
alguna alma solitaria platicaba con el, solo toma una copa de vino tinto
y dos de tequila.
Al ver que no encontraba a nadie conocido, y como ya no quería
excederse, pensó que lo mejor sería ir a su casa, y cuando estaba a
punto de subir a su moto, quien sabe por que, sintió un escalofrío que
hizo que volteara a la cabeza, y vio a una hermosa joven. Con un top, y
pantalones blancos, se le veía la cintura y el ombligo, Raúl no había
visto a una joven tan hermosa como ella.
Raúl sentía que el tiempo se detenía, estaba empezando a llover,
pero sentía que las gotas apenas y bajaban del cielo, solo se quedaba
viendo a aquella joven, que también lo miraba con ojos de ternura.
Cuando la primera gota de lluvia cayó sobre el rostro de la joven el
se acerco y le ofreció abrigo con su chaqueta de motociclista, ella
accedió y el le preguntó si la podía llevar a su casa, ella con una voz
casi sin sonido, y con un tierno toque de timidez le dijo que si.
Emprendieron el camino, aunque el ruido incesante de la ciudad
estaba a todo volumen, y mas con la lluvia que azotaba a todos por
igual, Raúl solo escuchaba las indicaciones de la joven, la noto con
ojos de tristeza y con una voz igual de tímida, pero no le importo, para
el se le hacia raro encontrar una chica como ella.
Después de una media hora de viaje en moto, llegaron a una casa un
poco antigua pero con un hermoso y extenso jardín, la joven le indicó
que ahí vivía, Raúl la ayudó a bajar, y ella le dio las gracias, y de su
bolsa sacó una foto de ella, se despidieron como si fueran amigos de
toda la vida y Raúl tenia esperanzas en encontrar una nueva amiga.
Al día siguiente, después de la prepa, Raúl quiso ver de nuevo a la
chava que se encontró ayer, y como conocía como nadie las calles de su
ciudad, fue a la misma casa, según con el pretexto de recoger su
chaqueta, llego a la casa, tocó la puerta, y le abrió una señora de edad
avanzada, Raúl ansioso sacó la fotografía de su pantalón y le pregunto a
la señora si la conocía, y ella con voz triste le dijo:-Si es mi hija, y
murió hace diez años en un accidente de motocicleta.
Raúl no salía del asombro, y lo que la señora pudo hacer por el fue
decirle donde estaba sepultada, fue solo hasta el cementerio y encontró
la tumbe, donde sobre la cripta estaba su chaqueta , se la puso, y no
pudo evitar que se le corriera una lágrima, cuando iba a subir a la moto
sintió un papel dentro de su chaqueta que decía “Gracias por todo”
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